El Bosque

Descripción

Para volver a ver el bosque de nuevo por primera vez, volver a descubrir y reconocer todo lo que contiene, todo lo que nos da y todo lo que obtenemos de él, deberíamos comenzar por visualizar un completo desierto, un mundo compuesto únicamente por agua, aire y arena.

La madera misma evoca una multitud de sensaciones en nosotros; las cualidades de sus diferentes materiales, sus diferentes usos, olores, sonidos, colores y texturas que evocan antiguos recuerdos colectivos que unen a todos los habitantes de la Tierra en tiempo y espacio. Tenemos una relación primordial e íntima con este material, esta sustancia que en un momento estaba viva y que constituye el cuerpo y alma de una colección infinita de objetos tan queridos por nosotros, que nunca dejan de evocar nuestra especial relación con la Naturaleza.

Según la antigua tradición Indo-Europea la misma palabra, mater, se utilizaba para madre, material y madera. En tiempos pasados, madera quemada representaba sabiduría y muerte; las cenizas eran consideradas semilla y el fuego simbolizaba vida y muerte al mismo tiempo. La madera estaba íntimamente relacionada con la vitalidad y el espíritu del fuego. Tanto los Nativos Americanos como los antiguos Griegos, al ver el rayo golpear el roble, presumieron que este noble árbol era la morada de Dioses. El Ser Humano siempre ha creído que la madera contenía secretos, poderes, curas y mensajes destinados a ser decodificados. Incluso hoy, un simple bastón puede conferirnos una sensación de poder y anclaje, siendo mucho más que un apéndice para nuestro cuerpo que sirve para darnos fuerza, alcanzar la fruta del árbol, o para protegernos del peligro.

El Bosque es un juego diseñado para desarrollar los sentidos y explorar la sabiduría que los humanos adquirieron cuando comenzaron a observar, atentamente e intensamente, cada árbol, cada arbusto, cada variedad de madera. El juego también puede llevarnos a redescubrir mucho de lo que fue conocido por nuestros ancestros y que ha sido olvidado desde entonces.

La curiosidad llama: ¿Qué tipo de madera se utilizaba para los ejes y ruedas? Y, ¿Qué hay de las partes del arado o del huso de la prensa de la uva? ¿De qué árbol procede la madera con la que se construyeron barriles, vigas, marcos de puertas, suelos, muebles, mangos de herramientas, arcos y flechas, algunas suelas de zapatos, finos tallados, instrumentos musicales?

Las piezas de madera se apilan de forma especial, siguiendo las normas de un juego ampliamente conocido que, pese a ser mundialmente famoso, está especialmente relacionado con Ghana. Allí es conocido como Sidan («Construir la casa» en Swahili) mientras que en Europa y América es más comúnmente conocido como Jenga.

El juego consiste en remover una pieza, que no se encuentre en el nivel más alto, y colocarla sobre las piezas en la cima. La meta es alcanzar la mayor altura posible sin que la construcción colapse, con las piezas asumiendo una posición perpendicular en relación al anterior nivel de construcción.

Se necesitan al menos dos jugadores, los cuales tienen que asumir el riesgo de decidir como van a sacar la pieza de la columna, manteniendo el equilibrio de la torre y, a su vez, complicando el posterior movimiento para su oponente.

Otra opción consiste en jugar con las piezas libremente, apilándolas de cualquier manera que se quiera.

Esperamos que este juego despierte vuestra curiosidad sobre la gran cantidad de tipos de maderas que existen, y los árboles que viven y crecen a nuestro alrededor.

Autor: Javier Bermejo.

Hecho por PICO PAO