Los Arcos

Descripción

Tan pronto como la primera pieza es colocada, la tensión comienza a crecer, junto con la búsqueda de significado. La construcción comienza a imponer sus propias leyes, leyes que no podemos comprender fácilmente. Una suerte de silencioso diálogo aparece entre la forma que está siendo construida y la persona jugando, y esto es lo que determina el camino a seguir. Mirar, sentir, imaginar, hacer, deshacer, interpretar, buscar, encontrar…

Este es el juego que invariablemente impone sobre nosotros una forma de comportamiento poético, uno que no puede ser expresada con palabras. La actividad artística es el principio natural de cada juego, y su aleatoriedad, sorpresa, habilidad, riesgo, belleza, emoción, la atracción de aquello que es diferente, encuentros con lo desconocido -todos estos son elementos naturales de la más primordial y excitante actividad de la que podemos tomar parte: el juego.

Las normas de este juego no están escritas; el juego mismo las dicta de forma abierta, aunque sutil. Cuando colocamos una nueva pieza, es el set el que nos indica si esto tiene sentido o no. Debemos ser conscientes y no tener prejuicios para para aprender a ver, para tratar de interpretar lo que nos está diciendo. Estas leyes de armonía no pueden ser siempre descifradas. Dependen de nosotros, de la sinceridad con la que miramos y entendemos. Precisamente, los niños pueden enseñarnos a jugar a este juego mejor que ningún otro maestro.